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Una de las afirmaciones más propagadas sobre las cucarachas es el hecho de que éstas son los insectos que más enfermedades transmiten. Cuando queremos acabar con las cucarachas que nos entran en casa muchas veces nos dejamos guiar por el miedo o asco que nos dan, pero no tenemos en cuenta la cantidad de enfermedades que traen con ellas.

Y es que las cucarachas son insectos conocidos por los daños que producen en los alimentos que tocan. Lo que no todo el mundo tiene tan claro es que el perjuicio no radica en el material que comen, sino en la contaminación de estos alimentos por sus secreciones y las bacterias virus y protozoos que trasportan tras haber contactado con heces de las alcantarillas donde suelen anidar.

En cuanto a las bacterias, se han encontrado más de treinta tipos distintos relacionados con las cucarachas. Es cierto que estos insectos son transmisores de enfermedades, pero no existe una relación directa establecida entre una enfermedad y una especie de cucaracha concreta.

Además en investigaciones puramente científicas se ha comprobando que pueden llevar, ya sea en la superficie de su cuerpo o en el intestino, unas bacterias contaminantes residentes en la basura o heces que pisan y comen, produciendo enfermedades como lepra, peste bubónica, disentería, diarrea infantil, infecciones urinarias e intestino, inflamación y formación de pus, gastroenteritis, fiebres entérica y tifoidea.

Hay documentación suficiente que habla de problemas del cuerpo al contacto con cucarachas como dermatitis, edemas en los párpados y nariz, lagrimeo constante de los ojos, estornudos, etc. Es fácil que las personas que tengan estos síntomas en el futuro sufran de irritaciones o reacción alérgica a las secreciones de las cucarachas.

Otro problema que tiene que ver con las cucarachas es que han sido identificadas como transmisores de alergias, llegando a asociarse con el asma. La fuente causante de la alergia a las cucarachas está en su cuerpo, secreciones, huevos y defecaciones que se encuentran en el polvo de la casa. Existen varias vías de contagio como la ingesta de alimentos contaminados por las cucarachas o el contacto con estos insectos –en el caso, por ejemplo, de trabajadores de laboratorios o limpieza de plagas-.

Con CUCAVAL el riesgo de que las cucarachas entren en casa se reduce hasta más del 80%. La mayoría de las veces estas entran por tuberías y desagües de duchas, lavabos, bidés o sumideros. Con CUCAVAL, la membrana anti-retorno, olvídate de que estas hagan acto de presencia por alguno de estos lugares. ¿Quieres comprobarlo por ti mismo?

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